Viaje a Melilla ¡Que bien lo hemos pasado!


La semana del 17 al 24 de Agosto hemos estado Lola (mi mujer), y yo en Melilla. Allí estuve actuando junto con Jesús Castejón, mago de la ciudad, y el cómico sevillano Juán Cano en el Casino de la ciudad. La gente con la que estuvimos nos hicieron sentir como en casa. Aquí tenéis una foto de ellos. Son Jesús, Antonio, otro mago melillense, y Lorena. Los tres se volcaron con nosotros y fueron unos perfectos anfitriones. Desde aquí aprovecho para agradecerles públicamente su trato. Gracias a los tres, a José y Queca y a la familia de Jesús que nos trato como la propia. Gracias. La de Azul es Lola.

También aprovechamos para hacer una visita a Marruecos y os puedo asegurar que no dejo de sorprendernos su gente positivamente.

En la foto podéis ver a una anciana bereber. A pesar de su pobreza destacaría la humildad y hospitalidad de esta mujer y su familia. Insistieron en que nos quedasemos a comer con ellos y compartir lo poco que tenían.


Unos días después tuvimos la actuación en el Casino. Fue una cena con espectáculo, y tanto el menú como las actuaciones estuvieron a la altura de las circunstancias. Empezó la actuación Juan Cano, cómico y monologuista que se gano al publico a pulso.

A continuación, Jesús me presento a mi. Hice una actuación de mentalismo llena de misterio y entretenimiento.

Como final continuo Jesús que, jugando en casa, hizo las delicias del público con su simpatía y su buen hacer. Os dejo un par de imágenes.


Jesús y yo mismo antes de la actuación.




Con Juan después de las respectivas actuaciones. Os puedo asegurar que no habíamos bebido nada... ni cenado, je je



Al día siguiente organizamos una actuación improvisada en "La Bodeguita" una tasca típica de la zona en la que se come de maravilla (la verdad es que en toda la ciudad se come muy bien y económico). Allí nos encontramos con un chico que se dedica a vender rosas a la gente, pero, además va vestido de Charlot y monta un autentico show por donde va. En las siguientes fotos podéis ver varios momentos de aquella velada fantástica.



El pequeño Charlot. Personaje digno de admirar. Allá donde íbamos coincidíamos e intercambiábamos nuestras magias por las suyas.



Antonio triunfó con sus cartas.



¡Miedo me doy!, je je. Jesús en plena acción.



¿Quien dice que el mentalismo no gusta a los chavales?


En resumen: Melilla es una ciudad fantástica, a descubrir, con una gentes, una cocina y unos lugares para visitar realmente fantásticos. Os recomiendo a todos que no dejéis de visitarla en cuanto tengáis ocasión. Nosotros hemos dejado allí a muy buenos amigos.

De nuevo gracias a todos ellos por el trato que hemos recibido.


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